Si el dinero ayuda a un hombre a hacer el bien a los demás, entonces tiene algún valor; pero si no, es simplemente una masa de mal, y cuanto antes se deshaga de él, mejor.
Nadie debería avergonzarse de admitir que está equivocado, que, en otras palabras, no otra cosa que decir, que eres es más sabio hoy de lo que lo eras ayer.