Gritarles a los niños por sus calificaciones, especialmente hasta el punto de sacarle lágrimas a un niño, es abuso infantil, puro y simple. No es gracioso y no es una buena crianza. Es una experiencia aplastante,que deja cicatriz, desastrosa para el niño. No es para nada gracioso.
Ben Stein
abuso abuso infantil calificaciones calificación chico cicatriz crianza dejar