El Premio Nobel está dirigido por un Comité auto perpetuado. Se votan a sí mismos y obtienen la industria del mundo editorial para bailar al ritmo que ellos marcan.
Le aseguro a este comité que si quedo confirmado, estaré estrictamente independiente de toda influencia política... esencial para la capacidad de la institución de funcionar con eficacia y alcanzar sus objetivos obligatorios.