Las ideologías, aunque atractivas, no pueden dar forma a la estructura completa de las conductas y percepciones, a menos que estén presentes en las experiencias diarias que la confirman.
El sexismo de cierta forma nos predispone a ver las obras de los hombres como si fuesen más importante que la de las mujeres, y es un problema, supongo que, como escritores, tenemos que cambiar.