Los libros son los portadores de la civilización. Sin los libros, la historia es silenciosa, la literatura es muda, la ciencia está mutilada, y el pensamiento y la especulación están detenidos.
Las ideologías, aunque atractivas, no pueden dar forma a la estructura completa de las conductas y percepciones, a menos que estén presentes en las experiencias diarias que la confirman.