Nada en este mundo puede reemplazar la persistencia. El talento no puede hacerlo: nada es más común que hombres fracasados con talento. El genio no puede hacerlo: un genio sin recompensa es casi un proverbio. La educación no puede hacerlo: el mundo está lleno de indigentes educados. Solo la persistencia y la determinación son omnipotentes.
En algún período futuro, no muy lejano si es medido por siglos, las razas civilizadas del hombre casi por seguro exterminarán y reemplazarán a las razas salvajes de todo el mundo.
Los que mejoran con la edad abrazan el poder de crecimiento y logro personal y comienzan a reemplazar la juventud con la sabiduría, la inocencia con la comprensión y la falta de propósito con la realización personal.