¡Es hora de emborracharse! Para no ser los esclavos martirizados del tiempo, emborráchate; emborráchate sin parar! En vino, en poesía o en virtud, como tu quieras.
No deja de ser lógico que donde haya sacrificio, haya alguien recogiendo las ofrendas sacrificiales. Donde haya servicio, haya alguien a quien se está sirviendo. El hombre que te habla de sacrificio habla de esclavos y amos, y tiene la intención de ser el amo.
Sé audaz, sé diferente, sé poco práctico, sé cualquier cosa que afirme tu integridad de propósito y tu visión imaginativa contra los que apuestan a lo seguro, los hijos del lugar común, los esclavos de lo ordinario.