Me encantan los cuentos de hadas por su belleza evocadora y mágica extrañeza. Se llevan a cabo en mundos donde todo puede suceder. Las ranas pueden ser reyes, un matorral de zarzas puede ocultar un castillo donde una corte real ha permanecido dormida durante cientos de años, un niño puede burlar a un gigante y una chica puede romper una maldición con solo su coraje y firmeza.
Kate Forsyth
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