Un hombre que trabaja con sus manos es trabajador; un hombre que trabaja con sus manos y su cerebro es un artesano; pero un hombre que trabaja con sus manos, su cerebro y su corazón es un artista.
El color es el teclado, los ojos son las armonías, el alma es el piano con muchas cuerdas. El artista es la mano que toca, tocando una tecla u otra, para causar vibraciones en el alma.
El artista, como el Dios de la creación, permanece dentro o detrás o más allá o por encima de su obra, invisible, refinado fuera de existencia, indiferente, cortándose las uñas.
Me han llamado de muchas maneras: perfeccionista, obsesivo y difícil. Creo que se requiere de obsesión, de búqueda de detalles para que un artista sea bueno.
El lujo es el lobo que nos asecha y sus colmillos son la vanidad y la arrogancia desarrolladas por el éxito. Cuando un artista aprende esto, sabe dónde está el peligro.
El artista es un receptáculo de las emociones que vienen de todas partes: desde el cielo, de la tierra, de un trozo del papel, de una forma de pasar, de una tela de arañas.
La metamorfosis siempre ha sido el mayor símbolo del cambio para poetas y artistas. Imagina que podrías ser una oruga un momento y una mariposa el próximo.
Trabajo duro. Me centro en mí mismo y en poner comida en mi mesa antes que nada. Yo no me preocupo por otros artistas. Preocuparse por otra persona de forma negativa es la manera equivocada.
No soy un hombre de negocios guiado por sus impulsos, sino un artista guiado por sus impulsos. Nunca pienso en el dinero. Las cosas bellas generan dinero.
La historia del arte moderno es también la historia de la progresiva pérdida de audiencia del arte. El arte se ha vuelto cada vez más la preocupación del artista y el desconcierto del público.
Tomo taxis si necesito llegar algún lugar o tomo servicio de automóvil. No manejo, no me molestaría andar en bicicleta... La gente piensa que porque uno se convierte en animador tiene que tener esta imagen de matón y estrella de rock. Soy un artista, hombre. Voy a vivir como artista.