El miedo es como una caverna negra que es aterradora. Una vez que entras en la cueva y la exploras, te das cuenta que puedes salir de ella, pasar por ella y salir de ella.
Todo lo que puedo decirles es que escojan uno bueno y lo expriman. Vuelvo a la cueva y me preguntan que fue lo que golpeé y les digo que no sé no se pero se veía bien.