Qusimos salir de nuestra isla y añadir el color del tercer mundo. Conseguimos papel de cigarrillo dorado y lo pegamos sobre los dientes. Parecíamos piratas y nos disfrazamos para representar el papel.
Nuestros actos nos disfrazan. Las personas necesitan tiempo interminable para tratar sus obras, hasta que cada uno conoce las acciones adecuadas para él. Pero cada día, cada hora, se apresura. No hay tiempo.