Un perdedor no sabe lo que hará si pierde, pero habla de lo que hará si gana, y un ganador no habla de lo que hará si gana, pero sabe lo que va a hacer si pierde.
En tiempos de cambio los estudiantes heredarán la tierra; mientras que los eruditos se encontrarán hermosamente equipados para lidiar con un mundo inexistente.
El salvador que quiere convertir a los hombres en ángeles es un ser que odia la naturaleza humana así como también un déspota totalitario que quiere convertirlos en marionetas.
Alguien que piensa que el mundo siempre le está haciendo trampa, está en lo correcto. Se pierde de la maravillosa sensación de confiar en alguien o en algo.
Cuando la cobardía se hace respetable, sus seguidores son innumerables tanto entre los débiles como entre los fuertes; fácilmente se convierte en una moda.
Dentro de cada uno de nosotros está la semilla tanto del bien como del mal. Es una lucha constante con respecto a cuál de ellas va a ganar. Y una no puede existir sin la otra.
Nuestras más grandes pretensiones no se construyen para ocultar lo malo y lo feo que hay en nosotros, sino nuestro vacío. Lo más difícil de ocultar es aquello que no está ahí.
Cada día, en cada ciudad y pueblo de todo el país, los agentes de policía llevan a cabo servicios vitales que ayudan a que sus comunidades sean más seguras.