Tenemos que aceptar el hecho aparentemente obvio de que un ambiente tóxico puede enfermar a las personas y que ninguna cantidad de intervención médica nos puede proteger. La comunidad de salud debe convertirse en un poderoso grupo de presión política para la política y la legislación ecológicas.
Es cierto que el pensamiento libertario clásico se opone a la intervención del estado en la vida social, como consecuencia de supuestos más profundos acerca de la necesidad humana de libertad, diversidad y libre asociación.