La familia nos enseña sobre la importancia del conocimiento, la educación, el trabajo y el esfuerzo. Nos enseña sobre disfrutar, divertirnos, mantenernos en forma y saludables.
El gran regalo de la Pascua es la esperanza, la esperanza cristiana que nos hace tener esa confianza en Dios, en su máximo triunfo y en su bondad y amor, al cual nada puede sacudir.
Me siento afortunado. Estoy agradecido por esta vida que Dios me ha dado. Estoy feliz, ya que trabajo haciendo lo que me gusta hacer y disfruto hacerlo.
La verdadera generosidad es una ofrenda; dada libremente y por puro amor. Sin compromiso. Sin expectativas. El tiempo y el amor son la posesión más valiosa que se puede compartir.