El socialismo no tiene ninguna justificación moral en absoluto; los pobres no son moralmente superiores a los ricos, ni les deben nada a los ricos simplemente por su falta de éxito. La caridad no es un concepto socialista: es un concepto religioso, un reconocimiento de la soberanía de Dios sobre la propiedad, una soberanía que la izquierda rechaza por completo.
Podría ser muy rico en Guatemala pero por el método bajo de ratificar mi título, abriendo una clínica y especializada en alergias. Hacer eso sería la traición más horrible de los dos 'de I' luchando en mi interior: el socialista y el viajero.
El feminismo es un movimiento socialista, en contra de la familia, un movimiento político que anima a las mujeres a dejar a sus maridos, matar a sus hijos, practicar magia, destruir el capitalismo y convertirse en lesbianas.
Cuando era estudiante de segundo año en USC, era un socialista, muy a la izquierda. Pero no cuando salí de la universidad. Rápidamente me volví sabio. Leí acerca de lo que había sucedido en Rusia en 1917 cuando los comunistas asumieron el control.