¿Dónde empieza el descontento? Estás lo suficientemente caliente, pero tiemblas. Te alimentas, pero el hambre te carcome. Has sido amado, pero tu anhelo deambula por nuevos campos. Y para incitar todo esto está el tiempo, el Tiempo Bastardo.
La oración es no pedir. Es un anhelo del alma. Es la aceptación diaria de la debilidad. Es mejor en la oración tener un corazón sin palabras que palabras sin corazón.