La mente consciente puede ser comparada con una fuente jugando al sol y volviendo a caer en la gran piscina subterránea del inconsciente de la cual emerge.
Las rocas, el agua, etc., son palabras de Dios, y también lo es el hombre. Todos fluimos desde una fuente del Alma. Todos somos expresiones de un Amor.
Aprender debería ser una una experiencia alegre y llena de emoción. Es la aventura más grande de la vida; es una excursión ilustrada dentro de las mentes de los nobles y sabios.