Aprendí bastante pronto que nuestra salud se deteriora siempre por cierto exceso de comida o de abstinencia, y yo nunca tuve ningún médico, excepto a mí mismo.
Son nuestros corazones y nuestros cerebros que deberíamos ejercitar más a menudo. Puede ponerte todo el maquillaje que desees, pero no hará a tu alma bonita.