Lograr el estado de ánimo de un guerrero no es una cuestión simple. Es una revolución. Considerar al león y a las ratas de agua y a nuestros semejantes como iguales es un acto magnífico del espíritu de un guerrero. Se necesita poder para hacer eso.
Pensar que la nueva economía se acabó es como alguien en Londres en 1830 diciendo que toda la revolución industrial se acabó porque algunos fabricantes de textil en Manchester quebraron.
Necesitamos una revolución energética rompiendo nuestra dependencia de combustibles fósiles, combustibles contaminantes... Estoy muy, muy seguro de que nuestro pequeño estado conducirá esto. Seremos notificados por el país y el mundo.