No soy de esas personas que se despiertan y piensan: ¡Bienvenido el día de hoy! Tengo que tener alrededor de 3,5 litros de café para sentirme algo despierto. Sin embargo, amo las horas doradas del atardecer, aunque suene algo melodramático. Cuando el sol está a punto de desaparecer y observas esas sombras románticas y todo luce dorado y amarillo.
Stacy London
artista