Cuando tengas una tarea grande y difícil, algo quizás casi imposible, si solo trabajas poco a poco, cada día un poco más, de repente el trabajo se terminará solo.
Cualquier cosa a la que no puedas renunciar cuando ya haya perdido la utilidad te posee, y en esta era materialista muchos de nosotros somos poseídos por nuestras posesiones.