No siempre escribí mi nombre como Bil. Mis padres me habían llamado Bill, pero cuando empecé a dibujar caricaturas en la pared, me sacaron la L' a patadas.
Cada vez que me siento perdido, saco un mapa y lo miro fijamente. Lo miro fijamente y me recuerdo a mí mismo que la vida es una aventura gigantesca. Mucho por hacer, por ver.