Un hombre que nunca ha ido a la escuela puede robar un vagón de carga; pero si él tiene una educación universitaria, puede robar el ferrocarril entero.
Vengamos al intelecto cuando engañamos a un tonto, y es una victoria no ser despreciado, porque un tonto está cubierto de acero y a menudo es muy difícil encontrar su parte vulnerable.
Quería ser un guardabosques o un minero de carbón. A una edad muy temprana, sabía que no quería hacer lo que mi papá hacía, que era trabajar en una oficina.