Frase de Gene Cernan

Aquel que aprende debe sufrir. Y aún en nuestro sueño el dolor que no puede olvidar, cae gota a gota sobre el corazón y en nuestra propia desesperación, en contra nuestra voluntad, la sabiduría nos llega por la terrible gracia de Dios.

Compartir las fiestas con otras personas y sentir que estás dando de ti mismo, llega más allá de lo comercial.

Era mi deber disparar al enemigo, y no me arrepiento de ello. Mis pesares son por la gente a las que no pude salvar: infantes de marina, soldados, amigos. No soy ingenuo, y no idealizo la guerra. Los peores momentos de mi vida han llegado siendo SEAL. Pero puedo estar delante de Dios con la conciencia limpia de haber hecho mi trabajo.

No volvería a mis 20 por nada del mundo.

Creo que todavía estamos en un lío con nuestro idioma, porque una vez que tienes palabras y un lenguaje hablado, se vuelve más difícil comunicarse.

Cuando todo el mundo está en silencio, incluso una sola voz se vuelve poderosa.

Después de la tormenta llega la calma.

Estoy llegando al final del camino y sigo aprendiendo.

Dudar nos lleva a cuestionar, cuestionando se llega a la verdad.

La muerte no es extinguir la luz; es tan sólo apagar la lámpara porque ha llegado el amanecer.