Frase de George Foreman

Pase lo que pase, a nadie le importa.

Renuncio a la lucha: que haya un final, una intimidad, un rincón oscuro para mí. Quiero que Dios me olvide.

A nadie le importa cuánto sabes, hasta que saben cuánto te importa.

Cualquier cosa a la que no puedas renunciar cuando ya haya perdido la utilidad te posee, y en esta era materialista muchos de nosotros somos poseídos por nuestras posesiones.

Lo que realmente somos importa más que lo que otros piensen de nosotros.

Lo que un país necesita es ser justo con todos sus ciudadanos - no importa si son de una etnia o género distinto.

El costo de la educación universitaria hoy en día es tan alto que muchos jóvenes están renunciando a su sueño de ir a la Universidad, mientras que muchos otros se están graduando profundamente en deuda.

Durante los 80, a nadie le importaba Johnny Cash.

No importa qué dura fue la pérdida, la derrota podría servir igualmente como una victoria para sacudir el alma y sacar la gloria hacia fuera.

Me importa el corazón.