Tener hijos es mi mayor logro. Fue mi salvación. Cambió mi enfoque desde afuera hacia adentro. Mis hijos son regalos; me recuerdan lo que es importante.
Tener intimidad con un hombre casado cuando mi propio padre fue infiel a mi madre, no es algo que podría perdonar. No podría mirarme en el espejo por la mañana si lo hiciera. No me atraería a un hombre que fuera infiel a su esposa.
Tener fe es confiarte al agua. Cuando nadas, no te agarras del agua, porque si lo haces te hundirás y te ahogarás. En cambio lo que haces es relajarte y flotar.