Si tuviéramos que seleccionar el tercio más inteligente, imaginativo, energético y emocionalmente estable de la humanidad, todas las razas estarían presentes.
Si alguien pusiera una propuesta frente a los hombres para que eligieran, después de una examinación, las mejores costumbres en el mundo, cada nación sin duda seleccionaría las suyas.