Frase de Jonathan Ive

La riqueza es la realización progresiva de objetivos merecedores, la capacidad de amar y tener compasión, relaciones significativas y afectivas.

El gran enemigo del lenguaje claro es la falta de sinceridad. Cuando hay una diferencia entre un objetivo real y el declarado, uno se convierte, por así decirlo, a usar instintivamente palabras largas y modismos agotados, como un calamar tirando tinta.

Los objetivos de vida son la mejor defensa contra la muerte.

La psicología ayuda a medir la probabilidad de que un objetivo sea alcanzable.

Los amigos y los buenos modales te llevarán a donde el dinero no va.

El sueño americano es uno de éxito, posesión de vivienda, educación universitaria para los hijos y tener un trabajo seguro para proporcionar estos y otros objetivos.

Tan pronto como toda la tierra de cualquier país se haya convertido en propiedad privada, a los propietarios, como a todos los hombres, les encanta cosechar donde nunca sembraron y exigen una renta incluso por sus productos naturales.

Si el dinero ayuda a un hombre a hacer el bien a los demás, entonces tiene algún valor; pero si no, es simplemente una masa de mal, y cuanto antes se deshaga de él, mejor.

Quien dijo que el dinero no puede comprar la felicidad simplemente no sabía donde ir de compras.

Cuando es evidente que los objetivos no pueden alcanzarse, no ajuste las metas, ajuste los pasos.