Cuando se trata de átomos, el lenguaje puede utilizarse solamente como se usa en la poesía. Al poeta, también, no le preocupa tanto describir los hechos como le preocupa crear imágenes.
Si la única herramienta que usamos para analizar lo que es valioso es una etiqueta de precio, entonces esas cosas que no tienen etiquetas de precios comienzan parecer que no tienen ningún valor.