Las metáforas son peligrosas. El amor comienza con una metáfora. Es decir, el amor comienza en el punto cuando una mujer ingresa su primera palabra en nuestra memoria poética.
Nosotros, los escritores negros, sólo por ser negros, hemos estado en la lista negra todas nuestras vidas. La censura para nosotros comienza en la línea de color.
El sueño comienza con un profesor que cree en ti, que tira y empuja y te conduce al siguiente escalón, a veces hincándote con un palo afilado llamado 'verdad'.
Entre mas pronto comencemos con fuentes de energía alternativas y reconozcamos que los combustibles fósiles nos hacen menos seguros como nación, y más peligrosos como planeta, estaremos mejor.
Cuando tenía 40, mi médico me aconsejó que un hombre de 40 años no debería jugar al tenis. He escuchado atentamente sus consejos y no puedo esperar a llegar a 50 para volver a comenzar.
No esperes; el tiempo nunca será 'perfecto'. Comienza donde estés y trabaja con las herramientas que sea que puedas tener a tu comando, y mejores herramientas serán encontradas a medida que avances.
Cada gran sueño comienza con un soñador. Siempre recuerda que tienes dentro de ti la fuerza, la paciencia y la pasión por alcanzar las estrellas y cambiar el mundo.
Las personas han olvidado cómo contar una historia. Las historias ya no tienen una mitad o un final. Generalmente tienen un inicio que nunca deja de comenzar.
Las mujeres que comienzan como patitos feos no se convierten en bellos cisnes. Lo que principalmente llegan a ser es patos, seguros de sí mismos. Se hacen cargo de sus vidas.
Equilibrio, paz y alegría son el fruto de una vida exitosa. Comienza con el reconocimiento de tus talentos y la búsqueda de maneras de servir a los demás mediante el uso de ellos.
Nuestra mente es capaz de pasar más allá de la línea divisoria que hemos trazado para ella. Más allá de los pares de opuestos en que consiste el mundo, otras percepciones nuevas comienzan.
Es lo primero que hago cuando comienzo mi día es ponerme de rodillas y dar gracias a Dios. Cada vez que salgo fuera de mi casa, lo primero que hago es parar en la iglesia.
Todos tenemos que empezar por alguna parte y hacer algo es mejor que no hacer nada en absoluto. Comienza con algo pequeño para no desanimarte y darte por vencido. Recuerde que se trata de coherencia.
Comencé la revolución con 82 hombres. Si tuviera que hacerlo otra vez, lo haría con 10 o 15 y fe absoluta. No importa cuán pequeño seas si tienes fe y un plan de acción.
Comienza con buenas personas, establece normas, comunícate con tus empleados, motívalos y recompénsalos. Si haces todas estas cosas de manera efectiva, no puedes fallar.
La lluvia comenzó de nuevo. Cayó fuerte, sin esfuerzo, sin ningún significado o intención salvo el cumplimiento de su propia naturaleza, la cual era caer y caer.
Comencé en antropología, para que me muestre cómo funciona la sociedad. Entender cómo se juntan las personas y cómo hacen funcionar las cosas, me ha interesado siempre.
Mis ojos se quedaron en blanco y mire al vacío, y la música comenzó. Estaba lloviendo, el sol brillaba al mismo tiempo y habia grandes ventanales, el cielo era azul y el sol se reflejaba en los árboles y caía el rocio.
Todo el mundo tiene alti bajos de los que aprender, pero cada mañana comienzo el día con la cabeza clara sobre mis hombros, diciéndome a mí mismo: '¡Va a ser un buen día!'.
La esperanza comienza en la oscuridad, la terca esperanza de que si simplemente te presentas y tratas de hacer lo correcto, el amanecer llegará. Esperas y ves y trabajas: no te rindes.