Frases de Mary Shelley

8 de las mejores frases de Mary Shelley - Profesión autor


Mary Wollstonecraft Shelley (de soltera Godwin; Londres, 30 de agosto de 1797-ibíd, 1 de febrero de 1851) fue una narradora,[2]​ dramaturga, ensayista, filósofa y biógrafa británica,[3]​ reconocida sobre todo por ser la autora de la novela gótica Frankenstein o el moderno Prometeo (1818).[4]​ También editó y promocionó las obras de su esposo, el poeta romántico y filósofo Percy Bysshe Shelley.[5]​ Su padre fue el filósofo político William Godwin y su madre la filósofa feminista Mary Wollstonecra...
Fuente: es.wikipedia.org



Frases más importantes

Recopilación de las mejores frases de Mary Shelley

La vida y la muerte me parecían límites ideales, que yo primero debo romper, y vertir un torrente de luz en nuestro mundo oscuro.
La vida y la muerte me parecían límites ideales, que yo primero debo romper, y vertir un torrente de luz en nuestro mundo oscuro.

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La invención, debe ser humildemente admitida, no consiste en crear algo de la nada, sino del caos.
La invención, debe ser humildemente admitida, no consiste en crear algo de la nada, sino del caos.

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Mis sueños eran todos míos; Yo no le rendía cuentas de ellos a nadie; eran mi refugio cuando estaba molesto, mi más querido placer cuando era libre.
Mis sueños eran todos míos; Yo no le rendía cuentas de ellos a nadie; eran mi refugio cuando estaba molesto, mi más querido placer cuando era libre.

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Los vientos susurraban en acentos calmantes y la naturaleza maternal me bañó para que no llorara más.
Los vientos susurraban en acentos calmantes y la naturaleza maternal me bañó para que no llorara más.

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No deseo que las mujeres tengan poder sobre los hombres, sino sobre sí mismas.
No deseo que las mujeres tengan poder sobre los hombres, sino sobre sí mismas.

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La elegancia es inferior a la virtud.
La elegancia es inferior a la virtud.

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Y ahora, una vez más, ordeno a mi horrible progenie a ir y prosperar. Tengo un afecto por ella, porque era la descendencia de los días felices, cuando la muerte y el dolor eran palabras, que no encontraron ningún verdadero eco en mi corazón.

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Una esclavitud servil a los padres limita todas las facultades de la mente.
Una esclavitud servil a los padres limita todas las facultades de la mente.

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