La aceptación de la vida nada tiene que ver con la resignación; Esto no significa huir de la lucha. Al contrario, significa aceptarla omo venga, con todas las desventajas de la herencia, del sufrimiento, de las injusticias y de los complejos psicológicos.
Recordar una historia de vida, un hombre pensando en voz alta lleva inevitablemente a la consideración problemas que ya no son psicológicos sino espirituales.