Frase de Sam Peckinpah

El pasado nos habla con mil voces que nos advierten y consuelan, que nos animan e impulsan a la acción.

La champaña, si estás buscando la verdad, es mejor que un detector de mentiras. Anima a un hombre a ser caro, incluso temerario, mientras que los detectores de mentiras son sólo un desafío para decir mentiras de manera exitosa.

Mi padre siempre solía animarme a vestir raro.

En la quietud de tu presencia, puedes sentir tu propia realidad, atemporal y sin forma como la vida sin manifestar que anima tu forma física. Entonces puedes sentir la misma vida profunda dentro de todos los otros seres humanos y todas las otras criaturas. Ves más allá del velo de la forma y separación. Este es el entendimiento de la unidad. Este es el amor.

Sólo puedo esperar ser el 10 por ciento de la mamá que la mía fue para mí. Ella me animó a estar segura de mí misma y a disfrutar de la vida. Eso es lo que quiero para mi hijo.

Nosotros no ganamos nada por estar con alguien como nosotros. Nos animamos mutuamente en la mediocridad. Siempre estoy deseando estar con hombres mejores que yo mismo.

La comunicación eléctrica nunca será un sustituto de la cara de alguien que con su alma anima a otra persona a ser valiente y verdadera.

Mis padres me enseñaron la honestidad, la verdad, la compasión, la bondad y el cuidado de las personas. También me animaron a tomar riesgos, a ir con audacia. Me enseñaron que el mayor peligro en la vida es no embarcarse en la aventura.

Mis padres me animaron siempre en todo lo que quise hacer.

Puedo confiar en mis amigos. Estas personas me obligan a examinarme a mí mismo, me animan a crecer.