Lo que más esperanza me da todos los días es la gracia de Dios; el saber que su gracia me dará la fuerza para enfrentar cualquier cosa, saber que nada sorprende a Dios.
El sexismo de cierta forma nos predispone a ver las obras de los hombres como si fuesen más importante que la de las mujeres, y es un problema, supongo que, como escritores, tenemos que cambiar.