Frase de Theodor Adorno

Toda persona recuerda algún momento en su vida donde fue testigo de alguna injusticia, grande o pequeña y se hizo de la vista gorda porque las consecuencias de intervenir parecían demasiado intimidantes. Pero hay un límite a la cantidad de descortesía, desigualdad y falta de humanidad que un individuo puede tolerar. He cruzado esa línea. Y ya no estoy solo.

La vida y la muerte me parecían límites ideales, que yo primero debo romper, y vertir un torrente de luz en nuestro mundo oscuro.

Vi el alunizaje cuando niño, y pensé que era lo más emocionante del mundo, eso de viajar al espacio, orbitar la Tierra y explorar otros planetas. Parecía fantástico.

Las personas con valentía y carácter siempre parecen siniestras para los demás.

Muchos de nosotros somos más capaces que algunos de nosotros... ¡pero ninguno de nosotros es tan capaz como todos nosotros!

Algunas personas parecen devanecerse pero cuando realmente ya no están, es como si no se hubieran desvanecido.

Cuando estoy en mi cama, pienso sobre de la vida y sobre la muerte, y ninguno de los dos me atrae.

Si todo parece bajo control, no vas lo suficientemente rápido.

Hay un destino que nos hace hermanos; ninguno va por su camino solo. Todo lo que enviamos a la vida de los demás vuelve a la nuestra.

Sin Elvis, ninguno de nosotros podría haberlo logrado.