Muchos creen, y yo lo creo, que he sido designado para este trabajo por Dios. A pesar de mi edad, no quiero renunciar: trabajo por el amor a Dios y puse toda mi esperanza en él.
No hay memoria o facultad retentiva basada en la impresión duradera. Lo que designamos como memoria no es más que la capacidad de respuesta incrementada a estímulos repetidos.
El gobierno, el cual fue designado para la gente, ha metido en las manos de los jefes y sus empleadores, los intereses especiales. Se ha establecido un imperio invisible por encima de las formas de la democracia.