La tecnología es un regalo de Dios. Después del regalo de la vida es quizás el mejor de los regalos de Dios. Es la madre de las civilizaciones, de las artes y de las ciencias.
Vivimos en un mundo maravilloso que está lleno de belleza, encanto y aventura. No hay final alguno para las aventuras que podemos tener si tan sólo las buscamos con nuestros ojos abiertos.