He cometido errores terribles que han hecho daño a las personas que más he apreciado, y lo lamento terriblemente. Estoy profundamente avergonzado de mi terrible juicio y acciones.
Al final de tu vida, nunca lamentarás no haber superado una prueba más, no haber ganado un veredicto más o no haber cerrado un trato más. Lamentarás el tiempo que no pasaste con un esposo, un amigo, un hijo o un padre.