Frase de Warren Buffett

Olvidas que los frutos pertenecen a todos y que la tierra le pertenece a nadie.

Aquel que aprende debe sufrir. Y aún en nuestro sueño el dolor que no puede olvidar, cae gota a gota sobre el corazón y en nuestra propia desesperación, en contra nuestra voluntad, la sabiduría nos llega por la terrible gracia de Dios.

Si soy lo que tengo y si pierdo lo que tengo, entonces ¿quién soy?

Rodéate de personas que te presten apoyo y amor y no te olvides de devolverles todo lo que puedas a cambio.

Cuando lo descubres por ti mismo –incluso si eres la última persona sobre la Tierra en ver la luz–, nunca lo olvidarás.

Renuncio a la lucha: que haya un final, una intimidad, un rincón oscuro para mí. Quiero que Dios me olvide.

Cualquier cosa a la que no puedas renunciar cuando ya haya perdido la utilidad te posee, y en esta era materialista muchos de nosotros somos poseídos por nuestras posesiones.

Sin saltos de la imaginación, o de sueños, perdemos la emoción de las posibilidades. Soñar, después de todo, es una forma de planificación.

Yo fui el conductor del Ferrocarril Subterráneo por ocho años, y puedo decir lo que no pueden decir la mayoría de los conductores; nunca dirigí mi tren fuera de las vías y nunca perdí a un pasajero.

Siempre siento como que todo lo que hago es un proyecto de estudiante y nadie más lo sabe. Se me olvida en el momento en que otras personas lo verán.