No vale la pena decir demasiado cuando estás lo suficientemente enfadado como para atragantarte. La palabra que duele en lo más profundo es la palabra que nunca dijiste. Deja la disputa a los otros compañeros y espera hasta que el temporal haya amainado, y luego pensarás muchísimo en las cosas que no dijiste.
Jules Renard
dramaturgo