El arte no pretende cambiar el mundo, cambiar las cosas prácticas, sino cambiar las percepciones. El arte puede cambiar nuestra manera de ver el mundo. El arte puede crear una analogía.
La mente de un ser humano está formada sólo de comparaciones realizadas con el fin de examinar analogías, y por lo tanto, no puede preceder a la existencia de la memoria.
A menudo atribuimos el 'entendimiento' y otros predicados cognitivos mediante la metáfora y la analogía a los carros, las máquinas calculadoras y otros artefactos, pero nada queda demostrado por dichas atribuciones.