Las únicas personas para mí son los locos: los que están locos por vivir, locos por hablar, locos por ser salvados, deseosos de todo al mismo tiempo, los que... arden, arden, arden como fabulosas velas romanas amarillas.
¡El momento eterno - solo eso y nada más - Cuando alcanzamos el éxtasis máximo nos agarramos del centro mientras las mejillas arden, los brazos abiertos, los ojos cerrados y los labios se encuentran!.