Dios ha cuidado a estos árboles, los salvó de la sequía, de la enfermedad, de las avalanchas y de millones de tempestades e inundaciones. Pero él no puede salvarlos de los tontos.
Los hombres se han acumulado en mi pasado, han caído de una forma acentuada a través de mi vida, como una avalancha que no significa matar, pero que va a enterrarme vivo de la misma forma.
El jugador de golf dedicado es un alma angustiada que ha aprendido tanto acerca del putt como una víctima de un avalancha ha aprendido acerca de la nieve.