La serpiente, el rey, el tigre, la avispa punzante, el niño pequeño, el perro quién otra gente es dueño y el tonto: estos siete no deben ser despertados de su sueño.
No puedo convencerme a mi mismo que un Dios benéfico y omnipotente hubiera creado intencionadamente a las avispas parásitas con la intención expresa de que se alimenten dentro de los cuerpos vivos de las orugas.