Al escribir una pequeña tragedia, 'La puerta de la cárcel,' hice el escenario en tres líneas, ' él es un informador; está muerto; ha sido colgado.' Escribí esa obra muy rápidamente.
Los graduados universitarios no deberían tener que pasar sus veintitantos en el dormitorio de su infancia, mirando los anuncios medio descoloridos de Obama colgados en la pared y preguntándose cuándo podrán mudarse y poner en marcha su vida.