No puedes complacer a todos. Cuando estás demasiado enfocado en cumplir con los estándares de otras personas, no pasas suficiente tiempo elevando los tuyos. Algunas personas pueden susurrar, quejarse y juzgar. Pero en la mayoría, todo está en tu cabeza. A las personas les importan tus acciones menos de lo que piensas. ¿Por qué? ¡Tienen sus propios problemas!
Kris Carr
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