Si le dices a Dios que no porque él no explica la razón por la que quiere que hagas algo, realmente estás obstaculizando su bendición. Pero cuando le dice que sí todo el cielo se abre para derramar su bondad y recompensar a su obediencia. Lo que importa más que las bendiciones materiales son las cosas que él nos está enseñando en nuestro espíritu.
Charles Stanley
clérigo