Por unos pocos dólares por dosis, las vacunas salvan vidas y ayudan a reducir la pobreza. A diferencia del tratamiento médico, proporcionan una vida de protección contra enfermedades mortales y debilitantes. Son seguras y efectivas. Reducen los costos de la atención médica y tratamiento, reducen el número de visitas al hospital y aseguran más niños, familias y comunidades saludables.
Seth Berkley
científico