Una actitud demasiada egocéntrica, sabes, trae, ya verás, aislamiento. El resultado: Soledad, miedo, ira. Una actitud egocéntrica extrema es la fuente del sufrimiento.
El racismo nace de la mentira de que ciertos seres humanos son menos que plenamente humanos. Es una mentira egocéntrica que corrompe nuestras mentes, haciéndoles creer que es justo tratar a los demás como no nos gustaría ser tratados.