Hay algunos comentarios que son tan tontos que el estar incluso vagamente al tanto de ellos es el equivalente intelectual de vivir al lado de Chernóbil.
En cada adversidad se encuentra la semilla de una ventaja equivalente. En cada derrota hay una lección que muestra cómo obtener la victoria la próxima vez.
Hoy en día la gente que tiene sus equivalentes de efectivo se siente cómoda. Ellos no deberían. Ellos han optado por un activo a largo plazo terrible, que paga casi nada y es seguro despreciar en valor.